La mirada y la interpretación de Oscar Andrés De Masi, arqueógrafo

lunes, 16 de octubre de 2017

ACTO DE ANUNCIO OFICIAL DE LA RESTAURACIÓN DE LAS CAPILLAS DE LOS CEMENTERIOS ALEMÁN Y BRITÁNICO

Por Oscar Andrés De Masi
Para Viaje a las estatuas
Octubre 2017






Fue una tarde memorable.

No hubo la lluvia tan temida, y, en cambio, un cielo algo plomizo y la ventisca fresca que mecía las ramas de los árboles, le puso a la ceremonia la cuota de melancolía funeraria consistente con los dos sitios de singular belleza. Mejor dicho, a "las" ceremonias, porque fueron dos ceremonias, en dos locaciones hermanadas por el asunto, para un mismo acto.

En lo personal, fue, para mi, un avance significativo en un trámite que vengo gestionando ante el PEN, con manda conjunta de ambos Cementerios (un hecho, de suyo inusual y, a la vez, alentador), desde hace ya varios años… Nada menos que la restauración y puesta en valor de ambas capillas (monumentos históricos nacionales declarados durante la gestión que compartimos junto a Alberto S. J. de Paula y a Juan Martín Repetto en la Comisión Nacional de Monumentos). Una inversión de fondos del presupuesto nacional cercana a los $9 millones.

El miércoles 27 de setiembre a las 17 hs. y observando una puntualidad tan británica como germánica, comenzó el acto oficial de anuncio de la restauración de las capillas de los cementerios Alemán y Británico de Buenos Aires. A pedido de ambas corporaciones, asumí con agrado el rol de "maestro de ceremonias".








Ya en el portal del Cementerio Alemán, junto a Peter Becker (vicepresidente de la Congregación Evangélica Alemana de Buenos Aires CEABA), recibimos al ministro del Interior de la Nación, Lic. Rogelio Frigerio, quien presidió el acto. Minutos antes habían llegado los embajadores de Alemania (Jürgen Mertens), de Gran Bretaña (Mark Kent) y de Austria (Christoph Meran). También se hallaban presentes: Guillermo Bindonchairman de ABCC; Jens Fitzerbusch de la Sociedad Alemana de Beneficencia; el subsecretario de Culto de la Nación, Emb. Alfredo Abriani; el pastor Everardo Stephan, presidente de la Congregación Evangélica Alemana de Buenos Aires (CEABA); el director del Cementerio Británico Andrew Gibson; el Ing. Octavio Frigeriocommander Charles Yatman de la American Legion; el editor de la Revista Habitat, contador Eduardo Leguizamón; la directora del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal de San Isidro, Arq. Marcela Fugardo; el ex presidente de la CEABA Ing. Bernardo Ostrowski; el ex director del Cementerio Británico Eduardo Kesting; el Director Nacional de Arquitectura Arq. Emiliano Michelena; el Coordinador de Culto y Patrimonio de la DNA Arq. Guillermo Frontera; los arquitectos Julio Cacciatore, Rubén Otero (autor de la propuesta de intervención en las capillas) Pablo Willemsen; los historiadores Ignacio Bracht Giovanni Mesa; el museólogo Eduardo López; el arqueólogo Marcelo Weissel; la museóloga María Elena Tuma del cementerio de la Chacarita; el restaurador Miguel Crespo; el Presidente y la Directora de Enfermería del Hospital Británico, y numerosos invitados e invitadas.









Tres ritos cristianos estuvieron allí representados: el rito evangélico (Pastora Karin Krug), el rito anglicano (Rev. Michael Wilkie) y el rito católico romano (Pbro. Raúl Laurencena).






Me tocó dar apertura al acto, señalando su sentido ecuménico e identitario, tratándose de dos monumentos nacionales que expresan la diversidad religiosa argentina y que se vinculan a dos comunidades de fuerte arraigo en nuestro país.

A continuación, y para poner la ceremonia en su registro espiritual, la Pastora Karin Krug de la CEABA elevó una plegaria ecuménica, acompañada por el Rev. Michael Wilkie de la Iglesia Anglicana y por el Pbro. Raúl Laurencena, párroco de Nuestra Señora de La Piedad. Fue muy conmovedora la "interpelación" que la pastora hizo a los monumentos funerarios del cementerio, tomando la idea fuerza "Si estas piedras hablaran…". También fue muy oportuna la mención a los 500 años de la Reforma Protestante (un acontecimiento que merece toda la estima de nuestro blog, por su imbricación en la Modernidad, sus alcances en cuanto a la libertad de conciencia y acceso a la fuente bíblica, y su impacto en la lengua alemana).






Seguidamente hizo uso de la palabra el ministro Rogelio Frigerio quien efectuó el anuncio oficial del llamado a licitación de las obras de restauración y puesta en valor de ambos monumentos. Pero no incurrió en un discurso neutro y estereotipado: muy por el contrario, enfatizó el valor de la diversidad religiosa implicada en el proyecto y vinculó a su propia familia con esos componentes de inmigración plural que construyeron la Nación.





Luego, la soprano Karin Tornhauer y la organista Cristina Deanna, de la CEABA, ejecutaron el aria Vedró con mío dilecto de Antonio Vivaldi. La composición pertenece a la opera Il Giustino, estrenada en Roma en 1724, y nos habla de un amor inextinguible, que va unido al dolor de la pérdida… Un tema elegido muy a propósito del sitio de memoria en que se ejecutó. Fueron momentos de profunda elevación estética, en medio de un paisaje de inefable belleza. Uno deseaba, entonces, que ese instante no tuviera fin. Hasta los pájaros respondieron a la voz de la soprano y al teclado. Los fuertes aplausos pusieron de manifiesto el agrado de la audiencia.






Una mención de reconocimiento por su trabajo en la preparación del acto mereció el personal del Cementerio Alemán, y muy especialmente Mariana Fourquet Matías Storni. También, recordamos la intervención en los inicios de estas gestiones en favor de ambos monumentos de quienes se desempeñaban al frente de ambas asociaciones: Bernardo Ostrowski y Eduardo Kesting; y honramos la memoria de Eduardo Kesting (senior) fallecido hace pocos años.




En este punto, invitamos a los presentes a desplazarse en caminata procesional hasta el Cementerio Británico. La procesión fue encabezada de un modo pintoresco por los gaiteros escoceses Malcolm Gibson Alan Oliver. 





















Ya en el acceso del enterratorio, los invitados fueron recibidos por Andrew Gibson y Everardo Stephan, y manteniendo el orden de precedencia nos dirigimos a la capilla, proyectada por el estudio anglo-argentino de Follet, Farmer & Conder. 










Allí, aproveché para poner de relieve algunos detalles de su arquitectura (el artesonado de madera del techo, los artefactos de iluminación originales…) que todos siguieron con la mirada.















Inmediatamente, hicieron uso de la palabra, en nombre de ambas asociaciones y de ambos cementerios, John Hunter (quien traía la representación triple de la ABCC, del Cementerio Británico y de la comunidad anglo-argentina) y el pastor Everardo Stephan. Mientras las palabras de John fueron de tono más bien histórico, las de Everardo tuvieron un marco más sociológico y teológico.









Por simetría de las formas, aquí también disfrutamos de un momento musical a cargo de los gaiteros escoceses ya mencionados y del organista Arturo Launds. Se trató del popular himno Amazing grace, que suele designarse en español como Sublime gracia, escrito a finales del siglo XVIII por el clérigo y poeta John Newton, quizás recogiendo su propia experiencia personal: el perdón es posible a pesar de nuestros defectos… La resonancia de las gaitas y del órgano en el sobrio recinto de la capilla fue majestuosa (sin exagerar). Una gafe casi imperdonable que cometí, fue motejar a la canción como un himno inglés… cuando en realidad ¡es escocés! I´m sorry…




Para el cierre, el Rev. Wilkie, acompañado por las Pastora Karin y el P. Raúl impartió una bendición que todos recibimos con respetuosa complacencia. Y al decir Amén, al unísono, pienso que rubricamos el valor de este esfuerzo conjunto entre ambas asociaciones, y el valor de las acciones ecuménicas, de diálogo y de colaboración entre comunidades arraigadas en el país.






Con una palabra de reconocimiento al personal del Cementerio Británico y especialmente a María Fernanda Selva Marcos Lizzi, pasamos al sector del nuevo "muro memorial", donde compartimos un atinado servicio de finger food. Jimmy Bindon propuso un brindis de despedida.






Una palabra de reconocimiento para el arquitecto Rubén Otero (autor del proyecto de intervención) y para los profesionales de la DNA que elaboraron el pliego de licitación: Arqs. Silvia MoscardiDiana MeyerBlanca Rinaldi Eduardo Bango, todos ellos con la coordinación del Arq. Guillermo Frontera.


Fue, sin duda, una ceremonia inolvidable, cumplida con escrupuloso ajuste al programa y a su timing. Ya vamos imaginando, desde ahora, la ceremonia de inauguración de las capillas restauradas, as soon as possible!


BONUS TRACK: MÁS IMÁGENES...

Agradecemos las excelentes imágenes gentilmente cedidas por el Cementerio Alemán y el Cementerio Británico que ilustran este post. Estamos al aguardo del nombre de los fotógrafos.








































BONUS TRACK BIS: Comentario del Lic. Ignacio Bracht

Suceso Cultural de Relevante Valor
Hecho cultural que merece ser destacado es que el pasado miércoles 27, se realizó un acto en los Cementerios Alemán y Británico en el barrio de Chacarita que contó con la presencia del Ministro del Interior, Rogelio Frigerio, los embajadores de la República Federal de Alemania, de Austria y del Reino Unido de Gran Bretaña, además de figuras representativas del orden eclesiástico, cultural y social de ambas comunidades, tan arraigadas en el país. El motivo fue que las dos Capillas de las necrópolis fueron declaradas Patrimonio Histórico y Cultural por Ley, a instancias del entonces miembro de la Comisión Nacional de Monumentos, el abogado  y arqueógrafo, Oscar De Masi, quien ofició de maestro de ceremonias del concurrido evento. Los fondos provendrán del Ministerio del Interior para que las Capillas, de gran belleza, sean restauradas y puestas en valor. Sin duda que es un suceso que enaltece al Dr. De Masi por su labor en defensa y sobreguarda del patrimonio cultural de la ciudad y del país. Es de esperar que se inicie desde el gobierno porteño una atención mayor al patrimonio cultural, algo que no ha sucedido con la casona de Altos de la Manzana de las Luces, de Josefa Ezcurra, que motivó amplias notas tanto en Clarín como en La Nación, ni tampoco con la restauración y vuelta a entronizar la estatua del Gran Almirante, Cristóbal Colón. 




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